jueves, 21 de agosto de 2014

Verdades congeladas

El hielo es agua pasada, y como tal no es un producto fresco.
Ya empieza el engaño, ni del inocente agua nos podemos fiar.

Se especula que al volver a casa una chica fue violada por cinco poligoneros; un ejercito de maquis que irían de coca hasta donde duermen las neuronas.

Se especula que el alcalde de Valladolid teme que lo violen en el ascensor.
Una rubia subida a  unos finos tacones, cara afilada y la ambiciòn hinchando sus pechos, no puede renunciar a probar carne envejecida en los sotanos mas lúgubres de Castilla la vieja.

El Murcia que lleva años sin pagar a Hacienda no comprende porque los fustigan, si en Génova, centro de gravedad de hispania hacen lo mismo y con mas descaro.

En Vogue sale Irina, su novio marca goles y ella marca tendencia.
Suponemos, que rebuscando entre sus páginas, entre perfumes y relojes, la prestigiosa revista explicarà que la última moda en España es mentir de forma compulsiva.

Solo asi podemos comprender lo de Malaga, ese cinco contra una; vitoreados al salir de comisaría, y la renuncia del juez a seguir las pistas.

Ahora vale todo, sin pruebas y sin argumentos, cualquier acto se justifica con tal de morder la fama.

Asi estan en UPyD, en la era de la tecnología, donde solo falta una app para hablar con los muertos; ellos necesitan cartas de amor con mensajero, en este caso el diario El Mundo, encantado con el desamor.

Rescatando el romanticismo de esa baldosa que duerme en la alcoba, han estado lanzandose cuchillos toda la semana, si volvemos a las páginas del Vogue, seguramente nos expliquen el final de la historia.

La idea es tirarse agua helada para despertar, pero quien se fía de que ese agua no este hirviendo, si la cuenta corriente del ELA sigue mas fría que las fragiles rodillas de Cristiano.




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